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MALTRATO Y VOCACIÓN

En las últimas semanas han abundado (tristemente) las noticias sobre denuncias de maltrato y abuso en diferentes residencias de mayores. Fue muy comentado el vídeo y la correspondiente noticia que se denunciaban en los medios mostrando a dos auxiliares de enfermería maltratando o proporcionando un trato denigrante a Elisa, persona mayor residente en un centro. Tristemente no es un hecho aislado, aunque quiero pensar que no es generalizado ni habitual . Bien es cierto por otra parte que cuando se habla del maltrato a personas mayores siempre se utiliza la metáfora del iceberg, en relación a la gravedad de este fenómeno social que continúa escondido bajo la superficie, dando lugar a muchas menos denuncias en comparación con el número de casos de maltrato que se estima existen en nuestro país . Pero en esta ocasión los medios de comunicación insistieron en dos cuestiones que me parecieron especialmente relevantes por lo equivocado (a mi parecer) del argumento: la preparación de estas d
Entradas recientes

¿HEMOS GENERADO HUMANIDAD?

Se preveía la segunda oleada de contagios para octubre. Y ya estamos asistiendo alarmados a los numerosos rebrotes en todo el país. Esto obliga a pensar con urgencia si estamos preparados para asumir una “segunda” pandemia. ¿Tenemos los materiales, los equipos, los profesionales, los recursos materiales y humanos necesarios? Lo que también convendría que nos preguntáramos es si tenemos la humanidad necesaria para este segundo asalto. Como personas y como sociedad. ¿Sabremos acompañar y dejar acompañar en la enfermedad y en la muerte? ¿Sabremos reconocer la dignidad de todos? ¿Respetaremos los derechos y libertades sin importar la edad? ¿Seremos justos con todas las generaciones? ¿Reconoceremos el valor de la familia? ¿Acogeremos la soledad y el sufrimiento ajeno? ¿Aprenderemos a vivir con nosotros mismos? Me pregunto, en definitiva, si somos más humanos que hace 3 meses. Decía Donati que debemos distinguir entre “sociedad humana” y “sociedad de lo humano” . La primera es sim

SALAS SNOEZELEN ¿UN RECURSO PENDIENTE DE REVISIÓN?

No me considero ninguna experta en estimulación sensorial ni en Salas Snoezelen. Y es más que probable que me falte conocimiento sobre el tema para desterrar falsas creencias que yo misma puedo albergar sobre esta tecnología.   Pero cada vez que vuelvo a ver una Sala Snoezelen no puedo evitar que vuelvan a mi cabeza una y otra vez las mismas dudas de siempre: ¿De verdad esto es “atractivo” para la persona mayor? ¿Una experiencia de este tipo le resulta gratificante, placentera? ¿Estos estímulos de efecto futurista conectan con su realidad cotidiana, sus intereses, sus recuerdos, su estilo de vida? ¿No podría conservarse el fondo (la estimulación sensorial y por tanto el beneficio terapéutico) y cambiar la forma (ofrecer estímulos más realistas y conectados con la biografía de la persona mayor)? Recientemente volvía a ver un video divulgativo que publicaba en redes sociales un grupo empresarial que gestiona residencias en España y en el extranjero. Dicho

ORGANIZADOR DE CUIDADOS: UNA HERRAMIENTA PARA CUIDADORAS

Hace unos días escuchábamos en una Jornada sobre Soledad y Mayores (Civican, Pamplona) que la soledad de las cuidadoras* está relacionada directamente con la dedicación 24/7/365 a la persona dependiente y su cuidado. "Ya sólo me dedico a cuidar" , se oye con frecuencia. Disponer de tiempo para una misma es siempre fácil en la teoría. Y lo que todos los profesionales aconsejan. Pero en el día a día, con la presión de las múltiples tareas, responsabilidades, la absorción que supone cuidar de una persona dependiente, la falta de red familiar o apoyos, la escasez de recursos, c onvierten el cuidado en una ocupación a jornada completa.  Qué difícil resulta: 1. Reconocer que necesito descanso y disfrute, 2. Reconocer que necesito ayuda y colaboración de mi entorno, 3. Buscar y pedir esa ayuda, 4. Reservar tiempo y espacios para mí, para cuidarme y para compartir tiempo con otras personas. Explicaban en la Jornada que en muchas ocasiones son las propias cuidadoras quienes de

"LA BRÚJULA DEL CUIDADOR"

Hoy quiero presentaros una herramienta pensada especialmente para generar procesos reflexivos , fundamentales antes de emprender cualquier acción o cambio. Más si cabe cuando hablamos de atender y acompañar a personas mayores.  La llamo “La Brújula del Cuidador” y está inspirada en el esquema AGIL del sociólogo italiano Donati para el análisis de relaciones sociales.  Utilizo esta Brújula del Cuidador para acompañar y guiar a profesionales y cuidadores informales en sus procesos reflexivos (individuales o colectivos) sobre sentido de vida y  valores en el trabajo asistencial y de acompañamiento a mayores. Todos sabemos que lo útil de una brújula es que nos indica el Norte, para situarnos, conocer nuestra posición y a partir de ahí ubicar el resto de puntos cardinales y direcciones que podemos tomar. Bien, pues la Brújula del Cuidador nos señala también el Norte . En este caso, el VALOR sobre el que se fundamenta la atención y cuidado a mayores  y que le da senti

ORGULLO DE ARRUGAS

Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores que se celebra el 1 de octubre, la ONG Grandes Amigos lanza la campaña #OrgulloDeArrugas. Ya tenemos experiencia de otras grandes campañas de sensibilización de esta ONG, como “Familias hinchables” . El objetivo en este caso es denunciar la superficialidad y discriminación que afectan a la vejez, simbolizada por esa obsesión nuestra de tapar las arrugas y las canas. Sin embargo, es la consecuencia estética de una sociedad que identifica el éxito con la juventud y la belleza. Mientras que atribuye a la vejez todo tipo de estereotipos que están en el origen de la soledad y la exclusión de las personas mayores.   Y por eso reivindican el orgullo de mostrar las arrugas. La visibilidad de las arrugas va mucho más allá de una cuestión puramente estética. No se trata de hacer campaña contra las cremas antiedad, las cirugías, los tintes, el maquillaje, el Photoshop. Han sido muchas las iniciativas virales de personajes más o m

DESMANDALÍZATE

Por qué será que en el plazo de una semana me he encontrado, otra vez, con la invasión de los mandalas. Mandalas para colorear en un puesto de artesanía medieval. Mandalas en la casa del pueblo dejados a medio pintar por mis sobrinos. Mandalas publicados por un centro residencial de otra comunidad, mostrados orgullosamente en internet. Mandalas gigantes en una feria de juegos. Mandalas, mandalas, mandalas. Y yo que pensaba que la fiebre ya había ido bajando. No cuestiono la utilidad lúdica y terapéutica de los mandalas. Doy por supuesto que algún beneficio tendrá a nivel cognitivo, emocional o conductual. Si no, por qué iban a alcanzar la categoría de plaga.  Pero cuando visitas durante años residencias y centros de día y te encuentras con los consabidos mandalas allá donde vas, empiezas a tener la sensación de si no se habrán introducido en los centros socio-sanitarios como el producto milagro. Si no, no se explica esa invasión generalizada de los últimos años.

UN FUTURO DESFUTURIZADO

Se dice que ser dependiente, depender de otros, es algo natural . Efectivamente todos nacemos dependientes y necesitamos que nos cuiden. Y queremos convencernos de que ser dependientes y precisar de cuidados más allá de la infancia y en diferentes momentos de nuestra vida, debe ser visto también como algo natural.  La realidad es que cuesta verlo así. Recuerdo que un profesor mío de la carrera nos preguntó una vez en clase: ¿Saben cuál es la diferencia entre un bebé y un anciano?  Que el futuro del anciano está desfuturizado. La sociedad desfuturiza al anciano.  Nos costó entender el profundo calado de esta afirmación. Cuando se trata de un bebé la dependencia se da por sentada y el cuidado resulta algo placentero, prometedor: queda toda una vida por delante.  Cuidar es invertir. Y es construir para ese bebé el trampolín que dará el pistoletazo de salida a una vida larga y fecunda, repleta de horizontes todavía por descubrir. El adulto confía en que las satisfacciones

SANFERMINES. UNA FIESTA "PARA TODAS LAS EDADES"

Debo decir que hoy escribo esta entrada pensando en dos cuestiones: 1. Se acercan los sanfermines, la fiesta por antonomasia para los pamplonicas, criminalizada también por algunos, tristemente. 2. Ayer publicaba Foro LideA el DECÁLOGO INTERGENERACIONAL , con 10 compromisos de la sociedad para mejorar y favorecer las intergeneracionales. Alguien dirá: ya está la típica de Pamplona que le parece que no hay nada mejor que su Pamplona y sus sanfermines. Pues también. Pero sentimientos aparte. Siempre he considerado que los sanfermines son, sobre todo, una fiesta enormemente integradora (o inclusiva) e intergeneracional. Por eso, quien nos haya visitado alguna vez en esos nueve días, habrá visto varias cosas que le habrán llamado la atención, y no me refiero a la suciedad, el olor, el ruido y otras cosas. Lo primero que sorprende a los visitantes, es el COLOR : rojo y blanco. Concretados en una vestimenta particular y característica de estas fiestas, homogénea

UNA ÚLTIMA VEZ

En este último año he podido escuchar a algunos cuidadores hablar acerca de una situación parecida. Ante el diagnóstico de su familiar, imprevisto y devastador, se habían encontrado de pronto en la necesidad de afrontar el dramático hecho de que sus familiares iban a empeorar a ojos vista y rápido, muy rápido. Mal que bien, todos ellos habían adoptado poco a poco medidas, habían introducido pequeños o grandes cambios en sus vidas. Y así, con poca ayuda y mucho desconocimiento, se habían ido haciendo a la nueva situación. “Nadie te prepara para esto” , se lamentaban, “no se lo deseo a nadie” . Y al poco de colgarse ellos mismos la etiqueta de cuidadores, pensaron en un momento dado algo así como: “ya nunca podremos hacer esto”, “ya nunca podremos ir a ese lugar”, “ya nunca podremos disfrutar de aquello”. Ya entonces anticipaban que la vida de todos, de familias completas, iba a cambiar. Y decidieron hacer un viaje (en un caso fue hacer una escapada a un lugar querido, en otros via

LA CUARTA "H": HUMANIZAR

Hace ya tiempo escribí sobre la evolución que actualmente vivía el modelo residencial en España y que se ha representado con las tres “H” : del modelo Hospital, al modelo Hotel y más recientemente al modelo Hogar. Hace dos años ya de esa entrada. Y ahí seguimos, evolucionando al modelo Hogar. La semana pasada me topaba con el concepto “Hogarización” , ¿a que suena bien? Hogarizar los centros residenciales. Hacer de las residencias un hogar para quienes las habitan. Parece obvio. Pero a estas alturas ya se sabe que las residencias de mayores han sido un negocio muy muy lucrativo en nuestro país. Y más que las personas, han importado las cosas. Tanto es así que ahora nos hallamos inmersos en la ola ACP: Atención Centrada en la Persona. ¿Qué busca? Situar a la persona en el centro de todo . Algo obvio, otra vez. Pero parece que no lo habíamos terminado de ver claro hasta hace poco.   ¿Qué significa entonces “Hogarizar”?  Hacer hogar, sí. Pero no volvamos a caer en el error de

SOY PEDAGOGA, PERO NO ME GUSTAN LOS NIÑOS

Quien me conoce, sabe que mi pasión son las personas mayores. Y aunque siempre he dicho con orgullo que soy pedagoga (también psicopedagoga, pero nunca me sentí identificada con ello), en muchas ocasiones también he sentido mi titulación como un lastre. Por aquello de que la gente cree que si eres pedagoga, trabajas con niños.   “Soy pedagoga, pero no me gustan los niños”, me adelantaba ya a la preguntita. Y entonces se escandalizaban: ¡¡¿Cómo?!! ¿¿No te gustan los niños??  Yo aclaraba resignada: “Sí me gustan los niños y me gustarán los míos cuando los tenga, pero no quiero dedicarme profesionalmente a ellos”.  Todavía no me he librado de la preguntita. Y ya tengo 4 hijas.  Y mientras, picoteando de aquí y de allá, son ya más de 15 años acumulando experiencias en el ámbito del envejecimiento. Y entre licenciaturas y doctorado, he podido también trabajar en residencias de ancianos, SAD, actividades intergeneracionales, proyectos de voluntariado y programas de envejecimiento activo.  Co

TAMBIÉN A TI TE CUIDAMOS, CUIDADOR

Hace un tiempo pude “asistir” en diferido a la defensa de TFM de la enfermera de atención primaria Elena Logroño Varela , con quien además pude intercambiar algunas ideas e inquietudes, y a quien felicito desde aquí por su calificación de Sobresaliente. El trabajo se tituló “La motivación en el cuidador: una aproximación teórica desde el modelo de Dorothea Orem” ( https://www.youtube.com/watch?v=96xt4JHSMjg&t=16s Minuto 44).  En poco más de 20 minutos Elena pone en marcha una lanzadera de ideas, conceptos, propuestas, que son interesantes y además, en mi opinión, muy certeras. Pero voy a destacar una que me ha llamado la atención especialmente:  la necesidad de cuidar al cuidador.   Esta idea no nos suena ya novedosa porque llevamos tiempo hablando de la necesidad que existe. Se escucha en los medios, en las familias, en la calle, de boca de expertos y profesionales… Pero nunca está de más recordar. Más cuando todavía es una tarea pendiente.  Enl