Hoy quiero presentaros una
herramienta pensada especialmente para generar procesos reflexivos,
fundamentales antes de emprender cualquier acción o cambio. Más si cabe cuando
hablamos de atender y acompañar a personas mayores. La llamo “La Brújula del Cuidador” y está
inspirada en el esquema AGIL del sociólogo italiano Donati para el análisis de
relaciones sociales.
Utilizo esta Brújula del Cuidador
para acompañar y guiar a profesionales y cuidadores informales en sus procesos
reflexivos (individuales o colectivos) sobre sentido de vida y valores en el trabajo asistencial y de acompañamiento a mayores.
Todos sabemos que lo útil de una
brújula es que nos indica el Norte, para situarnos, conocer nuestra posición y
a partir de ahí ubicar el resto de puntos cardinales y direcciones que podemos
tomar.
Bien, pues la Brújula del Cuidador
nos señala también el Norte. En este caso, el VALOR sobre el que se fundamenta
la atención y cuidado a mayores y que le
da sentido. Y la primera pregunta que planteo a los cuidadores es: ¿POR QUÉ
CUIDAS? ¿Cuál es el motivo que te lleva a cuidar? ¿Por qué has elegido esta
ocupación/profesión y no otra? ¿Qué es importante para ti en la vida? ¿Cuál es
el sentido de tu vida o de tu profesión, de tu trabajo con mayores?
La brújula nos indicaría a
continuación el Sur, apuntando a las METAS. Y pregunto a los cuidadores: ¿PARA
QUÉ CUIDAS? Me refiero en este caso a metas y objetivos. Metas más amplias, u
objetivos operativos, concretos, a corto, medio y largo plazo. Que pueden ser
personales o de equipo, de organización. Y pueden ser también éticos, centrados
en la persona, o meramente productivos y mercantiles; de todo hay.
Después el Este nos señalaría las
NORMAS. Engloba numerosas cuestiones que se pueden tener en cuenta a la hora de
atender o acompañar a una persona mayor: ética personal, ética asistencial,
normativa de centro, deontología profesional, normativas de calidad, etc. Incluso
en el caso de la familia, normas no escritas, costumbres, tradiciones,
expectativas. ¿CÓMO CUIDAS? Les pregunto. Dado que todas las personas están
condicionadas por un contexto normativo y cultural.
Para terminar, la brújula nos
indicaría el Oeste: los MEDIOS. Y pregunto a los cuidadores: ¿CON QUÉ CUIDAS?
Con esta pregunta les animaría a reflexionar sobre los recursos y medios tanto
materiales y humanos de que disponen o podrían disponer para desempeñar o
mejorar su trabajo asistencial o de acompañamiento.
Estas son algunas de las preguntas que pueden facilitar los procesos reflexivos en cuidadores profesionales, familiares y organizaciones, para guiarles en ese proceso de revisión de su labor asistencial y orientación al cambio:
- ¿Qué importancia doy a la reflexión?
- ¿Para quién o para qué trabajo?
- ¿Qué es para mí la persona?
- ¿En cuál de los puntos cardinales situaría a la persona?
- ¿A qué concedo más importancia cuando pienso en mi/nuestro trabajo con personas mayores?
- ¿Qué aspectos me condicionan más a la hora de desempeñar bien mi trabajo?
- Si decidiera emprender un proceso de cambio en mi propia praxis o en nuestra organización, y tuviera que elegir uno de los puntos cardinales al que dirigirme, ¿cuál escogería y por qué?
- ¿Qué me gustaría cambiar en mi propio trabajo o en mi organización?
- ¿Qué da sentido a mi trabajo, a nuestra organización? ¿Dónde está nuestro norte?
- ¿Qué significa para mí/nosotros trabajar desde una atención centrada en la persona?
- ¿En cuál de los puntos cardinales situaría la ACP?
Volviendo al inicio, es
fundamental reflexionar antes de proponerse cualquier cambio y actuar. Y especialmente cuando debemos guiar o
facilitar los procesos reflexivos de otras personas, profesionales u
organizaciones. Sólo sabiendo quiénes somos, dónde estamos y qué valoramos,
podremos saber a dónde vamos.
ENTRADAS RELACIONADAS:
ENTRADAS RELACIONADAS:
Comentarios
Publicar un comentario