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LA OPORTUNIDAD DE CRECER EN EL CUIDADO



Cuando uno oye “Alzheimer”, "demencia", “dependencia”, “cuidado”, casi se ponen los pelos de punta. Probablemente en la mayoría de los casos solo vienen a nuestra mente pensamientos negativos, ideas oscuras y en definitiva una imagen triste y desoladora de dos o más personas que se enfrentan a una situación límite.


 

Pero… ¿y si cuidar de otros se convirtiera en una oportunidad para aprender y crecer? 





Puede sonar casi a broma cruel. Pero cuando uno es cuidador y se enfrenta en el día a día a situaciones que le ponen continuamente a prueba como persona y como familiar, quedan dos opciones: caer en el más profundo desaliento y bregar con la situación como se pueda con la esperanza de que acabe pronto y volver a la vida normal, o aceptar y asumir que esto toca aquí y ahora y que esta experiencia puede servir para que uno mismo se conozca mejor (capacidades, virtudes, defectos, limitaciones) y aprender cada día de ello. 

Sí, va a suponer un gran esfuerzo, sobre todo mental. Porque el cuidador va a intentar buscar el sentido en lo que aparentemente no lo tiene. Va a intentar encontrar lo bueno en una situación que dista mucho de serlo. Y va a intentar aprender y crecer cuando el día a día puede llegar a sacar también lo peor de él/ella

Quizás como cuidadores podemos hacernos una serie de preguntas (también plantearlas con otros cuidadores o familiares con los que compartimos la tarea) que nos ayuden a pensar y reflexionar en qué medida hacemos de la experiencia de cuidar una oportunidad para aprender y crecer con ello, no a pesar de ello, que es el pensamiento habitual y erróneo. 



¿Espero aprender a través del cuidado?

¿Mantengo una actitud de interés, de curiosidad, estoy dispuesto/a a descubrir cosas nuevas?

¿Soy capaz de buscar y encontrar el lado bueno de cuidar de alguien dependiente?

¿Me dejo sorprender por las cosas buenas que me trae el día a día?

¿Aprecio la ayuda y colaboración que recibo por parte de las personas de mi alrededor?

¿El cuidado me ha permitido descubrir y reconocer valores, virtudes, capacidades y habilidades de las personas que hasta entonces no apreciaba?

¿Creo que cuidar me va a ayudar a crecer como persona?

¿Pienso que vivir una experiencia de cuidado me puede ayudar a conocerme mejor: mis fortalezas, mis debilidades, mis límites?

¿Intento cada día encontrar el sentido a una situación como es la enfermedad y la dependencia que quizás de primeras no lo tienen?

¿Soy capaz de transmitir a mi alrededor la idea de que cuidar puede ser una experiencia gratificante y enriquecedora?

¿Si pudiera de verdad elegir cuidar o no cuidar, elegiría cuidar?

¿Pienso que cuando todo esto acabe tendré en mi haber aprendizajes nuevos que me seguirán ayudando en la vida?



* Entrada publicada en Afables con el título "El cuidado: una oportunidad para aprender y crecer"




 

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